Robin Wright enamoró a toda una generación con su papel en La princesa prometida (1987), aunque su interpretación más laureada -la de Claire Underwood en House of Cards– poco tiene que ver con la candidez de una joven post-adolescente en un cuento de hadas y mucho con la implacable ambición y el poder de las más altas esferas de la política estadounidense. Fue precisamente este papel la que brindó a la actriz tejana de 52 años una nueva oportunidad en su carrera como actriz, que, a su vez, le dio más visibilidad de cara al público en general, más allá de ser la esposa -y luego ex-esposa- de Sean Penn.
Gracias, en parte, a este nuevo impulso, Robin Wright asistió al Festival de Cannes en la primavera de 2017, y fue allí donde conoció a Clément Giraudet, gerente de relaciones públicas de la firma de moda Yves Saint Laurent. Después se les vería juntos en septiembre durante la Semana de la Moda de París.
Desde entonces han mantenido un perfil relativamente bajo, hasta este verano, en el que se les ha visto con frecuencia en la costa italiana, así como junto a los hijos de la actriz y Sean Penn en un partido de fútbol. Su mayor exposición pública, sin embargo, no dio pie a rumores de boda, por lo que el enlace de la pareja este fin de semana en el sur de Francia ha pillado a todos por sopresa.
Imágenes: Cordon Press, Instagram
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