La modelo da el gran salto en la industria. El territorio de Irina Shayk eran, hasta hace poco, las firmas de mass market. Intimissimi y Desigual estaban dentro de sus lindes.
Parece que el cambio de novio (Bradley Cooper es la actual pareja de la maniquí) le ha traído consigo un nuevo estatus en su trabajo.
El pasado mes de octubre, Riccardo Tisci, director creativo de Givenchy, la fichó para su desfile de la colección de p-v 2016. Irina se unió entonces a un ejército de tops entre las que estaba Naomi Campbell y todo apunta a que fue el momento decisivo para que Riccardo apostase por ella para su nueva campaña.
Shayk avanza la precolección de la firma con una actitud masculina, lejana a la imagen de sex simbol a la que acostumbra. Un paso firme para afianzar su carrera.
Imágenes: @riccardotisci17