El conglomerado de lujo Kering, propietario de Balenciaga, ha decidido poner fin a su relación laboral con el diseñador estadounidense.
De nada ha servido el aumento de las ventas, ni la consolidación del negocio de calzado y accesorios, ni las más de 50 tiendas que la firma ha abierto en los últimos tres años. Balenciaga rompe con su actual director creativo Alexander Wang (31), sustituto de Nicolas Ghèsquiere, y cara visible de la firma desde 2012.
Aunque se desconoce el motivo exacto del cese de Wang («hay discusiones entre el diseñador y Balenciaga acerca de la renovación del contrato», se ha limitado a decir el grupo en un comunicado), es probable que la incompatibilidad de agendas del modisto (que dirige a la vez su firma homónima y una segunda línea) sea la culpable de la situación.
La búsqueda de sucesor ha comenzado. Y aunque todavía se desconocen el nombre, se baraja la posibilidad de que la maison podría repetir la estrategia que le ha funcionado a Gucci. Sustituir a un diseñador de perfil alto por alguien relativamente desconocido para el gran público pero que haya trabajo desde sus inicios en la casa.
Imágenes: D.R.