A Ron Ben Israel se le conoce como el Manolo Blanhik de las tartas y su obra tiene la respuesta. Su trabajo está a la altura del del diseño de alta costura, pero aplicado a la repostería. En sus pasteles nupciales salta a la vista que detrás del su espectacular imagen hay una minuciosidad exquisita cargada de sofisticación.
A Israel, la devoción por el dulce le viene de lejos. Ya de niño prefería pasar las horas viendo como su madre montaba claras que jugando. «Estaba encantado. Ver como una reducción de fruta se convertía en un gelée era fascinante. Pero por entonces no habría adivinado que el arte y la ciencia de la pastelería se convertirían en la pasión de mi vida», confiesa el maestro.
Pero lo que ha convertido al que fuese bailarín en una estrella de la repostería es una dedicación y emoción absolutas. «Cada pastel es como una actuación. Mi equipo y yo sentimos que tenemos noches de estreno cada fin de semana», añade.
Pero donde las creaciones de Ron brillan con más ímpetu es en las bodas. Sus piezas son una referencia en el sector y ocupan algunas páginas del libro Weddings de la creadora Vera Wang.
Imágenes: @rbicakes.