Si entre la realeza existe una auténtica reina del estilo esa es Rania. La arstócrata de Oriente Medio ha conseguido imprimir su sello en una etiqueta que, hasta su llegada, estaba marcada por la sobriedad. Su pasión por la moda ha llamado a la tendencia para vestir sus apariciones públicas. La última, la famosa Gala del Met, donde se ha vuelto a demostrar que sus looks no tienen rival.
En sus actos oficiales, se decanta por coordinados femeninos pero con carácter. Esta vez lo consigue con un suéter troquelado y una falda bordada.
Incluso incluye la fórmula top y falda para acudir a compromisos reales. Un peplum y el mini bolso de temporada crean un outfit perfecto.
A ella responde la definición de elegancia, algo que demostró una vez más con este Valentino adornado con plumas.
Imágenes: Cordon press.