Zapatillas, gorras, beisboleras y pantalónes elásticos. Las prendas deportivas olvidan el gimnasio y se convierten en estrellas de la temporada. La nueva tendencia reinventa el prêt-à-porter.
Un estilo informal que ha conseguido pulir sus líneas (y formas) ‘underground’ para obtener un resultado sofisticado y elegante. Su versatilidad conquista por su gran variedad tanto en prendas, materiales, cortes y accesorios.
Los clásicos abandonan su zona de confort y prueban suerte en la pasarela. Propuestras funcionales y cómodas completan el estilo urbano que protagoniza las colecciones de Alexander Wang, Isabel Marant o Chanel. Una evolución que se lleva gestando varias temporadas.
Marant fue la encargada de la revolución con su reinterpretación de las ‘sneakers’. Un modelo que mezcla el clásico tacón con la versatilidad de una zapatilla. Un fenómeno que dio la vuelta al mundo copando páginas de grandes cabeceras y los principales portales de street style.
Todo un proceso de adaptación el de una nueva corriente que de ser cíclica, se pustula como un nuevo estilo atemporal. Nace un nuevo concepto. el ‘Sport à Porter’. Maestría y buen gusto se entremezclan en la combinación de materiales sofisticados junto a detalles descaradamente deportivos. Todo vale.
Su clave: Saber contrarrestrar el punto más arriesgado con prendas elegantes y femeninas. Especial hincapié a la selección y uso de los complementos. Una ascendente (e imparable) carrera la de una tendencia con un sinfín de registros a los que nadie se resiste.
La calle aplaude. Bloggeras, editoras y estrellas del star system ven en ella el mejor recurso. Un giro que busca en los materiales la consagración. Neopreno, troquelados, prendas con mensaje, acolchados, materiales impermeables o metalizados inundan las aceras este invierno.
Un éxito culminado por las grandes colaboraciones. La industria propia del ‘sport wear’ influye en las grandes casas. Isabel Marant, Stella McCartney o Mary Katrantzou han sido las últimas en firmar ‘colabs’ con el gran gigante del deporte, Adidas. Todo un influjo el del ‘street wear’ dispuesto a doblegar a la mismísima alta costura.
Una busqueda del equilibrio que no entiende de reglas.
Imágenes: L’Estrop.