Logo o no logo. Entre una declaración de estilo exhibicionista o el placer de permanecer en el anonimato. Un debate eterno que vuelve a enfrentarse sobre la pasarela esta temporada.
Los bolsos son, sin lugar a dudas, el mejor barómetro para medir el pulso de los nuevos tiempos. Este otoño, para la industria, la premisa está clara. Vuelve la ostentación marquista que reinó en los 90s.
Desde un prisma nostálgico, casas como Louis Vuitton, Gucci o Chanel han decidido rescatar los clásicos estampados corporativos que han hecho célebres algunos de sus modelos más míticos. La doble G, el omnipresente LV o las dos C enfrentadas saltan a la calle con un nuevo lavado de imagen y modelos de cierto carácter retro.
Todo ello se resume como una declaración de estilo en tributo a una de las décadas más prolíficas (en cuanto a cuestiones de moda se refiere).
Imágenes: D.R.