La primavera-verano se rinde al romanticismo y el carácter etéreo ligado al ballet. Firmas como Bottega Veneta o Michael Kors materializan la propuesta. Desde tonos empolvados hasta una escala de grises y negros, la tendencia explora la delicadeza adherida a la danza para dar forma a una corriente que aúna pulcritud y funcionalidad. Prendas fluidas y con carácter que extiende su manto al low cost. Oysho rinde tributo a la estética con una colección formada íntegramente por piezas para practicar este deporte.
Lazos, volantes y cortes asimétricos se mezclan en un trampantojo estético dando cohesión a esta imagen. La ropa deportiva abandona su zona de confort escribiendo un nuevo parámetro de sofisticación y elegancia.
Oysho Studio | A beautiful story about love from OYSHO_TV on Vimeo.
La figura de la bailarina tradicional a revisión. Esta nueva mujer actualiza las prendas sport incluyéndolas en su uniforme diario. Configuramos las claves de la tendencia:
– Practicidad normcore. Un decálogo estético que explora limites insospechados. Mezcla de cropped tops con prendas casual o maillot propios de la danza con abrigos permitiendo salir esta tendencia a la calle.
– Silueta contemporánea. Se revisan los patrones creando prendas prácticas. Pantalones de pinzas, chaquetas de punto o bolsos se alían con piezas propias del universo artístico para revitalizar el armario.
– Recogidos. La tendencia sugiere moños sencillos: suelta algunos mechones para conseguir un acabado desenfadado y natural.
– Maquillaje natural. Sombras de ojos en colores cálidos, polvos translúcidos y labial en tonos rosado son las claves beauty.
Creamos el shopping perfecto para apuntarse a la tendencia.
1. Donna Karan. Cardigan de punto (c.p.v). 2. Topshop. Top (26 euros). 3. Base Range. Culotte (30 euros). 4. Joseph. Leggins de algodón (125 euros). 5. Bodyism. Camiseta de algodón (70 euros). 6. Oysho. Pantalón deportivo (c.p.v). 7. Ballet Beautiful. Bailarinas (c.p.v).
Imágenes: L’Estrop, D.R.