En pleno centro histórico de Chicago se erige la última obra perteneciente al imperio de Richard Branson, el magnate por excelencia de los negocios. El primer hotel bajo la marca Virgin que se une a la línea aérea, sello discográfico y locales nocturnos registrados bajo el mismo nombre.
Veintisiete pisos componen este edificio de los años veinte. Un total de 250 habitaciones y suites que no han perdido ese acento art déco propio de principios del siglo.
Su incombustible neón rojo da la bienvenida a sus huéspedes que tras cruzal el umbral del Hotel Virgin te invade una sensación de retroceder varias décadas en el tiempo. Zonas comunes con una marcada estética retro se mezclan con las vanguardistas distribuciones de las habitaciones. Un estudiado engranaje que convierte a este hotel en el último capricho de todo sibarita.
Restaurante, cafetería y un Roof Bar componen la oferta de Virgin que, desde su reciente inauguración, se ha convertido en un lugar habitual durantes las veladas nocturnas de la ciudad.
El broche final lo pone The Know, una aplicación que permite personalizar la estancia desde un smartphone o tablet.
Virgin Hotel, 203 N. Wabash (Chicago).
Imágenes: D.R.