Que sus dueños sean dos antiguos trabajadores de la firma de moda Dolce & Gabbana, Quaglia y Mina Soliman, puede explicar los motivos por los que este restaurante ha marcado una devoción absoluta por el color. Aunque de toda la paleta, la predilección cromática se enfoca en un único tono: el rosa.
Pietro Nolita ha sido una de las aperturas más sorprendentes del último trimestre. Sus puertas abrieron el pasado mes de septiembre, coincidiendo con la New York Fashion Week. Esto llevó a celebrities e insiders a ser las primeras en ocupar las mesas de este atípico restaurante italiano.
Desde las paredes a los utensilios de este local se pintan en el rosa de variedad chicle, lo que inevitablemente liga el estilo a las tendencias americanas de los años cincuenta. Pero el tono se extiende más allá de la decoración con algunos platos del menú que incorporan también el pigmento: como el tiramisú rosa o algunos cócteles.
Más allá de ellos, el resto de la carta respira recetas clásicas italianas pero con un giro saludable, manteniendo las reglas de la cocina Mediterránea.
Pietro Nolita, 174 Elizabeth St,
New York, Nueva York.
Imágenes: @pietronolita