Si piensas que una clase de fitness termina cuando se acaba el cardio sigue leyendo. Estés pedaleando a ritmo de dance o siguiendo un entrenamiento de corte militar, tu cuerpo necesita un suplemento que lo devuelva a su estado original. Ante los abandonos generales en las clases antes casi de que el cuerpo toque el suelo, a Steve Suddell se le ocurrió una idea.
¿Por qué no abrir un espacio destinado exclusivamente al streching? Como él cuenta no se trata de una disciplina deportiva, sino de un suplemento a la actividad. De ahí surgió Strech Lab, un estudio centrado en el estiramiento y la relajación.
Las sesiones personalizadas que siguen un modelo se masaje pero con estiramientos. Su objetivo es mejorar la flexibilidad, el movimiento y reducir el dolor.
Strechlab está en 512 Rose Ave, Venice (California).
Imágenes: D.R.