Melena suave, brillante y con un acabado profesional sin pasar por el lavacabezas.
Ya conocíamos el champú en seco, un salvavidas de la belleza ante situaciones de emergencias. Gracias a este producto y un par de pulverizaciones mediante, el pelo graso volvía a recuperar su volumen y ligereza.
Pero el mercado descubre soluciones que te ahorrarán tener que pasar tu cabeza debajo del agua. Te contamos cómo funcionan los aerosoles para el cabello perfecto.
Champú en seco
Champú de avena, de Klorane (10 €)
Elimina la grasa, aporta volumen y consigue un efecto matificante en las raíces. Aplica el espray a unos centímetros de las raíces y evita pulverizar las puntas (solo ganarán sequedad). Para disolver cualquier residuo, ayúdate del secador.
Acondicionador en espray
Acondicionador, de Amika (c.p.v.).
Como los productos que necesitan aclarado, esta versión etérea hidrata y aporta brillo al cabello. Al contrario que el champú, debe aplicarse en medios y puntas. Si se incide con el secador, multiplicarás la luz de la fibra.
Textura final
Spray de textura de Moroccanoil (28 €).
¿Quieres un efecto out of bed o unas ondas pasadas por sal? Estos aerosoles consiguen aportarle dramatismo a la melena. Existen tantas variedades como peinados posibles. Como el acondicionador, su territorio son medios y puntas. Hay que aplicarlo poco a poco y terminar el estilo con los dedos.
Imágenes: D.R.
