Taylor Swift ha dejado a un lado sus ultra femeninos looks preppy. La cantante ha experimentado una transformación que comenzó en una portada y ha culminado en la última edición de la gala del Met.
De la melena dorada siempre pulida, ojos cateye y un rojo de labios que parecía tatuado a su imagen, Taylor no conserva nada. En parte gracias a la influencia de Anna Wintour.
Todo comenzó cuando la intérprete era requerida por la edición americana de la revista Vogue para su portada de mayo. «Ansiábamos darle a Taylor un look renovado, convertirla en algo más rock», comentaba Wintour en una entrevista.
Dicho y hecho. La portada saltaba a la venta y días después veíamos a Swift en el festival de Coachella con la melena platino, unas ondas relajadas y un look mucho más cerca del grunge que los outfits niña bien a los que acostumbraba.
El cambio concluía en la alfombra roja del Met el pasado día uno. Un diseño metalizado de inspiracióin alien firmado por Saint Laurent, el nuevo rubio de acabado texturizado y labios que tornaron a ciruela. La que fuese icono country ha dado por fin un paso a una nueva era. La del estilo.
Imágenes: @taylorswift.