Ante la caída del termómetro, el cuerpo reclama retiros wellness para recuperarse de las inclemencias. Y además de envolverse en plumas y cubrirse con capas de punto, los balnearios son las escapadas más cotizadas para el fin de semana. Relax, descanso y baños en aguas termales sanadoras son los puntos fuertes de estos establecimientos que triunfaron durante la Belle Epoque.
Situado en Pontevedra, desde su inauguración en 1873 ha sido un lugar de peregrinaje de artistas, políticos y pensadores, personas especiales para renovar el cuerpo y la mente.
Tranquilidad y reposo son las máximas de este establecimiento que incorpora un circuito basado en la tradición ancestral celta.
Sesiones a partir de 22,60 €.
El epicentro del termalismo aragonés se encuentra en esta población. Fue en 1863 cuando comenzaron a edificarse espacios en torno a un lago termal con aguas que se encuentran a una temperatura constante de 28º.
Sus aguas se prescriben para aliviar el reuma y traumatología, así como contra afecciones respiratorias. Dicen que incluso influyen contra el estrés, la ansiedad y las alteraciones nerviosas.
Tratamientos desde 33 €.
Danubius Health Spa Resort Nové Lázně
Construido en 1896, este balneario era destino de reyes y emperadores y el spa histórico más grande de la República Checa. Incluso cuenta con la cabina personal de baño del Rey Eduardo, ahora abierta al público. El espacio cuenta con una fuente de agua termal y muchos de sus tratamientos están basados en sus propiedades.