El forest bathing, como lo llaman los anglosajones, es el último concepto de moda en wellness. Sin embargo, es una práctica que tenemos desde niños. De hecho, se traduce en un paseo por las profundidades boscosas de las montañas. Una actividad que se ha integrado en las agendas de los spas situados en entornos naturales.
Aunque la práctica se presente sencilla, sus beneficios son numerosos. Y además, el camino se completa con clases de yoga o meditaciones al aire libre.
En Portugal, el hotel Six senses en el Valle del Duero plantea sesiones de descanso en nidos colgantes de los árboles. Los estudios demuestran que esta tendencia, considerada como una de las más importantes de 2015, mejora el sistema inmunitario, eleva los niveles de energía y mejora la calidad del sueño. Las sustancias que desprenden los árboles están implicadas en estos procesos.
Haz las maletas y ten en cuenta que para sumergirse en esta experiencia no hace falta bañador.
Imágenes: @sixsenses.