Lo hemos testado: el sol es uno de los grandes enemigos de tu cabello. Al igual que en la piel, los rayos inciden destruyendo su capa protectora. ¿Resultado? Un pelo seco, sin brillo y quebradizo.
Te proponemos los cuatro mandamientos básicos para que tu melena se mantenga perfecta durante todo el verano.
Evita los químicos
Decolorantes, tintes agresivos y productos de alisado permanente actúan dejando la cutícula del cabello al descubierto. Un blanco perfecto para que los rayos UV ataquen el corazón de la fibra.
Si no puedes esperar a que termine el verano para tapar las raíces, elige tintes ecológicos y naturales, como los de Aveda.
Cuidado con el lavado
Lejos de recomendar que abandones tu higiene capilar, se trata de poner mucha atención en los productos que utilizas. Muchos champús confinen sulfatos y detergentes que arrastran la suciedad pero también la película protectora del cabello. Por lo que busca aquellos respetuosos con pelo, como el energizante de Keims (6,12 €).
Reparación total
Utiliza productos hidratantes y nutritivos para regenerar tras el lavado, como la mascarilla para después del sol de Frederic Fekkai a base de aceite de girasol. Recupera las fibras quebradizas y devuelve el brillo sellando la cutícula.
Más protección
Aunque estés en la ciudad, el sol tendrá unos efectos devastadores para tu melena. Pero en el mercado existen numerosas corazas que lo protegen del astro rey en sus horas altas.