La propuestas culinarias del lejano oriente desembarcan en Madrid de la mano de Panda, la primera pastelería nipona en la capital. Un nuevo proyecto de Borja Gracia, que tras abrir Hattori Hanzō, se inicia en el mundo de la repostería.
Macarons de flores de sakuro, anpan, motchis, matchas y tés orgánicos son algunas de las delicias que podemos encontrar en una cuidada carta ideal para media tarde o con la opción de llevar a casa.
Ubicada en el mismo espacio que la taberna Izakaya Hattori Hanzō, Panda cuida los mas mínimos detalles para hacer de tu estancia un viaje cultural. Sentados en una tarima japonesa y en vajillas importadas de el País del Sol Naciente, tés, frappés y dulces conquistan a los más exquisitos paladares reivindicando los sabores auténticos de su país.
Esto no es todo. Panda organiza cursos de ceremonia del té, cocina, origami y proyecciones de animación que nos acercan un paso más a la riqueza artística (y cultural) japonesa.
Panda by Hattori Hanzo, Calle Mesoreno Romanos, 17 (Madrid).
Imágenes: D.R.