A él le corresponden imágenes tan celebradas en moda como el Mainbocher Corset, un retrato de espaldas con una pieza a medio anudar. Hablamos de Horst (1906-99) un virtuoso de la imagen que escribió los códigos de la fotografía de moda de el pasado siglo. El Victoria & Albert Museum de Londres le rinde homenaje con una retrospectiva que repasa toda su carrera.
Se estableció como uno de los fotógrafos de cabecera de la revista Vogue (publicación a la que llegó en 1931). Desarrolló un imaginario visual de elegancia elemental en el que la sensualidad y el surrealismo discurrían como fórmulas habituales.
La carrera de Horst se prolongó sesenta años, durante los cuales expresó en imágenes los cambios que se sucedieron en el sector. Desde la emergencia y consolidación de la moda americana a la experimentación con el color, los desnudos y la provocación desde un prisma artístico. De hecho, las colaboraciones con Salvador Dalí y la diseñadora surrealista Elsa Schiaparelli fueron constantes.
Por el objetivo de Horst pasaron también grandes damas de la época dorada de Hollywood, como Marlene Dietrich o Bette Davis, pero no solo se limitó a personajes, ya que su cámara dejó testimonio de la faceta más íntima de algunas celebridades con las que Horst mantuvo amistad. Sus lentes captaron casas como las de Jackie Onassis, Karl Lagerfeld o Andy Warhol.
A medida que el siglo avanzó, Horst supo adaptarse a la forma de consumir moda, acercándose a una nueva audiencia y a la cultura de masas. Su legado se mantiene inalterado y su trabajo es una de las notas de inspiración más recurrentes en la industria.
Horst Photographer of Style. Hasta el 4 de enero. http://www.vam.ac.uk
