Reinventó el universo de la cosmética con su firma homónima. Demócrata de la belleza, Helena Rubinstein fundó un imperio que la convirtió en uno de los primeros iconos de la industria.
Cartel comercial (1935)
El Museo Judío de Nueva York, presenta una muestra dedicada a la magnate polaca, Helena Rubinstein: Beauty Is Power. Centrada en su relación con el arte, la exposición recoge más de 200 piezas de arte de su colección privada a través de las cuales consiguió romper las convicciones del buen gusto. Moda, arte, diseño y comercio fueron las bases de un negocio que revolucionó los cánones de la belleza del siglo XX.
Retrato de Helena Rubinstein por Marie Laurecin (1934)
Obras de Pablo Picasso, Elie Nadelman, Frida Kahlo, Max Ernst, Leonor Fini, Joan Miró, y Henri Matisse son algunas de las que componen este recorrido a través de la colección de la artista. Una compilación de retratos de Rubinstein, dibujados por Picasso, Warhol y Marie Laurencin, cuelgan de las paredes de la exposición.
Helena Rubinstein
Asimismo se presentan piezas de su armario personal firmadas por Cristóbal Balenciaga, Elsa Schiaparelli, y Paul Poiret. Objetos de cosmética vintage, anuncios y vídeos promocionales de la firma completan el universo de esta visionaria de la belleza.
Retrato de Helena Rubinstein por Andy Warhol (1957)
Imágenes: D.R.