A casi 300 km al sur de Seattle, cuna del grunge, se encuentra el epicentro de la cultura hipster: Portland. A finales de los noventa los altos precios de las grandes ciudades llevaron a jóvenes artistas y creativos establecer su sede en esta localidad. Rodeado por un gran entorno natural, Oregon ofrece una atmósfera tranquila, creativa y cool. En la urbe y sus gentes se inspiró incluso una serie, Portlandia que satirizaba con la más reciente forma de vida de esta ciudad, casi fronteriza de la costa oeste de Estados Unidos. Un destino soñado por los amantes del diseño independiente, a la americana.
Órganico, auténtico y único. Tres pilares bajo los que se encuentran los dictámenes de este pequeño hotel en el centro histórico de la ciudad. Una estancia en un ambiente en el que el diseño cobra un papel fundamental. Para todos los amantes de los animales no hay problema, las mascotas son bienvenidas.
CERVEZA ARTESANA CON VISTAS
Capital de la cerveza destilada, las etiquetas ‘ecológico’ y ‘casero’ cobran sentido real en la ciudad. Una ocasión especial para visitar McMenamins, un nuevo concepto que aúna cerveza y cine. Amplias butanas en las que ver os últimos estrenos en pantalla grande.
BELLEZA LOCAL
Rica en materias primarias, Portland destaca por su productos naturales. MaakLab es experta en la fabricación de jabones. Una mezcla de extractos que tienen como base la intensidad de la menta, la madera y aromas frutales.
LA ESCAPADA
A tan solo una hora de la ciudad encontramos Hood River. El escenario perfecto para una corta escapada. Un ambiente único para hacer deporte, tomar un cafe con vistas o, simplemente, escapar de la rutina diaria.
Imágenes: D.R.
