Hemos visto su influencia hasta la saciedad sobre la pasarela, pero ahora la influencia gótica toma también la gastronomía.
El negro ahora es el color de masas para panes, pizzas y repostería. Aunque la imagen de los clásicos de la panadería cambien su aspecto ante el ojo, el paladar permanece inalterable.
Desde Mamá Chicó cuentan que este fundido al negro se consigue añadiendo a la mezcla carbón vegetal, que tiñe de manera natural la harina que utilizan en el obrador.
La comida teñida de negro está ganando adeptos sobre todo entre los instagramers. Una práctica que se rige más por la estética que por el sabor ya que, en la mayoría de ocasiones, este tinte no altera las propiedades de la harina de trigo. Otra forma menos utilizada para teñir otros productos como los lácteos o la masa para bollería es utilizar sésamo negro, cáscara de coco, nueces o tinta de calamar.
Si has sucumbido a la llamada #gothicfood, en Mamá Chicó puedes pedir nuestras deliciosas pizzas con masa de carbón vegetal y subirte al carro de esta moda foodie… Black is back.
Imágenes: D.R.
