Un clásico café castizo convertido en el centro de peregrinación de amantes de la comida en crudo, también conocida como raw food.
El local que antaño ocupase el Café Oliveracoge a Cannibal un concepto importado de La Coruña. Sus responsables son Ignacio Juanvelz y Rodrigo Marchal que llevan años sirviendo platos sin fuego en la ciudad gallega. Según sus propias palabras: «buscamos la simplicidad del mejor producto, una cocina sin artificios donde priman los alimentos crudos o semicrudos».
Las estrellas de su carta son los tartares y carpaccios, pero también hay lugar para vegetales en crudo, mariscos y otros alimentos ligeramente cocinados como el tataki de atún.
La novedad de este espacio gastronómico que abrió sus puertas el pasado mes de octubre es su sótano. Acaba de abrir sus puertas como Cannibal Club, donde se pueden tomar cócteles maridados con música tras disfrutar de la cena. Está abierto de jueves a sábado de 20.00h a 03.00h.
Imágenes: D.R.