La reina de la Navidad, Mariah Carey, fue la encargada de darle la bienvenida a 2017 en la neoyorkina Time Square. Sin embargo, el resultado de su actuación fue un espectáculo desastroso.
La tragedia sobre el escenario se debió a una mezcla de despropósitos técnicos y una sincronización fatal de los labios de la cantante con la música. Tal fue el extremo al que llegó, que la intérprete dejó de cantar y dedicó a pasear por el escenario con su mano en la cadera.
Horas después de la actuación, la Mariah respondió a través de Twitter: «Los despropósitos ocurren. Deseo un feliz año a todo el mundo. Esto servirá para crear más titulares en 2017.
Imágenes: @mariahcarey.